No somos las mismas
La instalación muestra, suspendido en el centro de la sala, un vestido de comunión. Mi vestido de comunión. En los bajos del mismo está bordado con hilo rojo, uno de los versos del poema 20 de Pablo Neruda en voz femenina:
«Nosotras las de entonces, ya no somos las mismas»
La obra muestra como a través de ritos, de tradiciones, de indumentarias, del día a día… se nos construye como mujeres en individuos que, la mayoría de ocasiones supone un atentado, coartan nuestro verdadero ser.
Como mujeres la tarea, primero de consciencia de este hecho y, más tarde de reconstrucción de nuestro verdadero yo, supone un arduo y continuo trabajo que, en ocasiones, se prolonga a lo largo de toda la vida.
La pieza supone la afirmación, la toma de consciencia de este proceso de deconstrucción-reconstrucción. Porque afortunadamente, ya no somos las mismas.
No somos lo que querían que fuéramos, caminamos hacia ser, nosotras mismas.